En agricultura, la mayoría de los productos utilizados como correctores de agua son ácidos y no cuentan con tampones en su formulación, por lo que tienden a acidificar el caldo final. Esto desenlaza en un grave problema: el caldo alcanza un pH que puede resultar riesgoso para su estabilidad o deteriorar algunas de las moléculas activas que se encuentren en él. Según evaluaciones realizadas en el LEAF (Laboratorio para la Evaluación de Adyuvantes y Formulaciones) excesivo o bajo pH en el caldo puede ocasionar pérdidas de hasta 3000USD por cada tanque lleno.